Maddalena - Ennio Morricone
En la extensa filmografía de Ennio Morricone podemos encontrar algunas bandas sonoras compuestas para películas que hoy en día están prácticamente olvidadas, pero que sin embargo marcaron un hito importante a nivel musical y han sido desde entonces punto de referencia para muchos aficionados y estudiosos. En esta situación se encuentra "Maddalena", una película dirigida por Jerzy Kawalerowicz que posee una música singular en la que se mezclan el tono sugerentemente erótico presente en muchos de los temas, con esa faceta melódica y de rápido impacto sobre el oyente propia del autor romano.
"Come Maddalena" es uno de esos temas que va creciendo a medida que se va desarrollando y que alcanza un climax final realmente extraordinario, en el que se une el ritmo pegadizo con el que comienza, con una melodía bellísima, bien desarrollada por toda la orquesta (especialmente por la cuerda), la presencia del órgano como contrapunto (poco habitual en las composiciones para el cine) y las voces solistas como complemento, en un variado abanico de aportaciones sonoras, que acaban de configurar un tema explendido.
"Chi Mai", en sus dos versiones, es el segundo tema fundamental de esta banda sonora y una de las grandes composiciones de la carrera de Ennio Morricone, tanto por la belleza de la melodía, como por el gran trabajo de orquestación que posee, en el que se aunan simplicidad y eficacia. Junto a estos temas podemos encontrar cortes de tipo más incidental, en los que se conjugan una peculiar utilización de las percusiones, el órgano y las voces, creando unos ambientes sonoros de gran intensidad dramática, con una particular y atractiva carga erótica.
Estos factores contribuyen a que estemos ante un trabajo especialmente notable de Ennio Morricone, en el que podemos volver a encontrar esa notable capacidad del autor para crear músicas que dejan una huella profunda en el que las oye, un hecho en este caso quizás todavía más agudizado debido a la particular presentación de los cortes del disco, estructurados en temas de larga duración que resultan, si cabe, más atractivos para su escucha separada de las imágenes.
Juan Angel Saiz
