Le evasioni celebri: Benvenuto Cellini - L'evasione di Casanova - Piero Piccioni
“Le evasioni celebri” es una obra de corte histórico para televisión, formada por 13 capítulos de algo menos de una hora y coproducida por televisiones europeas de varios países. Cada episodio se centra en un personaje conocido que en un momento de su vida tuvo que planear y llevar a cabo una fuga de la prisión en la que había sido encarcelado.
Algunas series de televisión europeas como ésta, contaron con excelentes niveles de producción, equiparables a los que en la actualidad podemos encontrar en series de gran repercusión estadounidenses. Esto permitió disponer en la banda sonora de compositores cinematográficos de primera línea, como ocurre en “Le evasioni celebri”, que en sus episodios dedicados a Casanova y Cellini pudo contar con Piero Piccioni.
Con una sólida formación musical y un trabajo continuado en el mundo del jazz, Piero Piccioni se incorpora al cine a comienzos de la década de 1950, etapa en la que firmaba sus trabajos como Piero Morgan. Su carrera se desarrolla a lo largo de más de cuarenta años y más de trescientas películas para cine y televisión, y su obra cuenta con el reconocimiento de los especialistas y de los aficionados a la música de cine.
La podemos encontrar en un extenso catálogo de ediciones discográficas que nos permiten valorar la magnitud de este excepcional compositor italiano. Pese a la gran cantidad de discos y CDs disponibles con trabajos de Piccioni, la impresionante filmografía del músico turinés sigue sorprendiéndonos, puesto que queda mucho material inédito por descubrir.
En ocasiones se trata de auténticas joyas musicales. Es el caso que nos ocupa en este disco, que incluye dos bandas sonoras escritas en 1972 para ilustrar los episodios dedicados a las fugas que protagonizaron Casanova y Cellini, escapando de las cárceles en las que estaban confinados.
Benvenuto Cellini consiguió fugarse del Castillo de Sant’Angelo, y para él Piccioni utiliza su estilo más refinado, creando una exquisita música de corte barroco. En ella podemos encontrar referencias claras a composiciones de Bach y Vivaldi, tanto por su tonalidad fuertemente marcada mediante escalas, cadencias y progresiones, como por la melodía, que está al servicio de la armonía.
Hay que recordar que el mismo Piccioni ya había recurrido a este estilo de música barroca en otras magníficas composiciones para el cine, como “Il Malato Imaginario” o “L’avaro”. En esta ocasión utiliza un pequeño grupo de instrumentos, ajustando la composición al momento histórico, lo que nos permite disfrutar de un excelso tratamiento de la cuerda (violines y violas, fundamentalmente), acompañada por clavicémbalo, flauta, oboe, percusión y fagot. Incluso utiliza el arpa como instrumento solista en un precioso tema que resulta realmente exquisito.
A lo largo de esta rica partitura encontramos momentos melódicos de gran elegancia y distinción, conjugados con otros pasajes más distendidos y alegres. En contraposición a ellos, Piccioni también nos ofrece algunos cortes con un marcado tono dramático, necesarios para subrayar la situación por la que pasa el protagonista. Junto a estos tenemos otros bloques en los que la música transmite un claro sentido de acción, completando una gama de modelos de música que se relacionan en pantalla con la época en que Cellini está en prisión y se fuga.
Para el capítulo dedicado a Giacomo Casanova y a su sensacional fuga, probablemente la más increíble de todas, Piero Piccioni recurre a un esquema musical similar al comentado, volviendo a ajustarse de forma precisa a las necesidades del relato. Se sirve de la misma instrumentación, pero ahora los temas poseen matices un poco diferentes, ya que la música es mucho más alegre y diáfana, en consonancia con la figura histórica de Casanova, un divertido libertino ilustrado que seduce y estafa con elegancia a todos los que le rodean.
El tempo de la partitura se acelera un poco y, sin abandonar ese aire barroco de gran belleza y lirismo, se ajusta fielmente y de forma brillante al carácter vital del personaje, trasladando al oyente las cualidades del pícaro veneciano.
Se trata pues de dos bandas sonoras escritas con una gran sensibilidad, compuestas en una etapa en la que Piccioni vivió un desbordante momento de inspiración y creatividad melódica, que le llevó a firmar un buen número de obras maestras, entre las que tenemos que situar las incluidas en este CD.
José Luis González y Juan Ángel Saiz
